El valor de un recuerdo

Los buenos recuerdos duermen en nuestra memoria y tienen la capacidad de despertarse en esos momentos en los que más lo necesitamos. Una fotografía puede trasladarnos en el tiempo y premiarnos con la magia de revivir las emociones de un gran momento, como la imagen de la sonrisa de un ser querido mirándonos emocionado recupera el eco de su voz.

Los grandes momentos, los grandes recuerdos, son aquellos que calientan nuestro corazón cuando hace frío, que nos arrancan una sonrisa e incluso a veces una lágrima de emoción, los recuerdos nos llenan de vida.

Este es el valor de un recuerdo, que poco o nada tiene que ver con el volumen de una boda. El día de tu boda, ya sea grande o pequeña, pasará a la historia en tu memoria por esos instantes imborrables que te hicieron emocionarte, sentirte feliz, compartidos con alguien querido, de quién una y otra vez, su sólo recuerdo, te hace sonreír.

Raquel y Luis celebraron su boda en la mayor intimidad, rodeados solamente de sus más allegados. Aquellos que no podían faltar en un día muy especial. Para ellos las fotografías de su boda, eran igualmente especiales, son el testimonio que les ayudará a revivir un día mágico e intenso, rodeados de quienes más quieren.

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